lunes, 23 de febrero de 2015

Solo es una noche de tormenta



Tranquilo corazón, sigue sereno
mientras tengamos
aunque sea un leve latido
es porque aún tenemos vida

Tranquilo corazón, no tengas miedo
es solo una noche de tormenta,
yo te aseguro, que  pronto llegará
La luz de la alborada  

Tranquilo corazón, no te aceleres              
y no dejes que desmayen tus latidos
verás que el invierno, se vestirá de primavera
Cuando llegue aquel que por nosotros dé la vida

Tranquilo corazón,  no dejes que se marchen
Tus ganas de vivir, tus ganas de soñar
es solo una noche de tormenta
ya verás que habrá alguien quien nos quiera

Tranquilo corazón sigue latiendo
ya llegará aquel, que con una aguja
Impregnada de dolor, querrá coser tu  herida,
Yo te aseguro que será él que por nosotros de la vida

Tranquilo corazón, late sereno
Yo te aseguro que Tu y Yo no moriremos
sin antes haber  amado
a aquel que por nosotros dé la vida.


sábado, 7 de febrero de 2015

Desde mi anonimato perverso




Desde mi anónima galera
de sueños y quimeras que tanto te inquieta,
como un límpido manantial en un erial yermo,
emerge mi candente verbo,
de la profundidad de mis sueños,
tratando de despertar
el vendaval austero de tus paganas caricias y besos,  
y solo tú sombra como lápida mustia,
se posa al filo del silencio
y me habla del recuerdo
hasta desatar la tiara del mar de lágrimas,
vives en mí, vives ya en otra madre tierra
porque me sueñas me vives, me  recuerdas,
y porque llevas atadas a tus pupilas
cadenas más tristes que las mías,  
y no hace falta que proclames tu nombre
y proclame que existes,
y aun que no te guste mi nombre,  
ya vives en mí,
con el sabor a tierra irrenunciable,
como vive la muerte,
y sabes, ¡dueles!,
porque duele el amor y duele la muerte
y  siento que algo de mi muere cada día y duele,
aún que nunca se aprende a morir en esta vida,
y aún así me siento dueña de los días venideros,
aunque me quede el reproche de mis lágrimas
que juzgan lo que mi corazón siente.
Y Tú ya vives en mí,
aunque no te guste mi nombre.



Asoreth