viernes, 26 de septiembre de 2014

Es hora del instante







Es hora del instante, de poner un cerrojo a mis labios
me siento anclada en el espacio vacío de la nada.
embriagada del todo, de la nada
de la inmovilidad de las certezas,
de las miserias, de las carencias,
de la inconsciencia, del desconocimiento.
y sé que  hay  espectros que están en vigía permanente
y se beben mi sangre
y no intuyen que la vida se  consuma en un instante,
e ignoran que todos los nombres
están tatuados en los labios de la parca 
y  que hace mucho que yo ya no estoy, 
no soy,  no existo,
que  me embarque en un navío que pasó llevándome,
que me uní al  sonido del  silencio
que soy una alma viajera, 
libre fascinada en la oquedad de la noche, 
que soy solo dueña de  todos aquellos seres
que pueblan mis sueños, 
en la densa niebla de mi almohada.


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