miércoles, 6 de abril de 2016

Desde el fondo de la vida





En el crepúsculo acorazado de puñales invisibles
busqué el rastro de tu sombra,
un instante tuyo, que para mí es eternidad,
que me diga que la esperanza aún no ha muerto

y encontré tan solo una ciudad amurallada,
un pozo profundo sin salida, una  oquedad afilada
que me despuebla y me vacía el alma,
no hay más el agua que brotaba de tus ojos de tu boca de tu cuerpo

Ya no hay más el alma de dos niños que se amaban.
queda un presente con  puertas cerradas
y un montón de cenizas y de escombros
colgados de la cal de unos huesos

y una niña amarrada a mis pupilas hace siglos
que contempla con tristeza desde el fondo de la vida
las trampas que trae consigo la muerte.

Asoreth

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