Sé que las estrías de la noche
derraman lágrimas negras de sal
al saberte, herido, agraviado
y son ellas, no yo, las que quieren darte
su copular abrazo,
aquí tienes mi yugular
por si quieres saciar tu hambre de revancha,
pero ven con una aguja impregnada de dolor
y cose mi herida
que por tí dejaron anoche
todas las estrellas,
yo solo quiero despertar
en medio de mi soledad y del silencio
con tu gran desamor.
Viento de ocaso …. no siembres
ni dejes semilla al filo de un rio,
Solo fuiste sol tenue,
candela fugaz de mi delirio
Asoreth.
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