Las olas del silencio golpean
con fuerza las playas de mi vida
La galera de mis
amados sueños y fantasías,
mi submundo de conquistas y derrotas
el taller de
quimeras e ilusiones,
ha quedado abrevado
y caudillo de
una soledad yerma
y en él se denuda el alma la orquídea morena.
Hay un redoblar de campanas dolidas
en la atalaya de mis afligidas quimeras
y mis pupilas besan
con su llanto
las cenizas del gorrión fugitivo
que me inundaba el alma de alegría.
Unicornio vengador esquirla de la trasnoche
Puñal de hielo acerado
en nicho
secreto
qué desnacido espectro
te ha nacido
en las aventureras aguas del lamento…?.
Desmantelado y
solo te has abstraído
violín taciturno
sin amarra
para entregarme una melodía sin sonidos
y acallar en cielos sin follaje.
Nacida de mi muerte, tú presencia,
hoy brota de
gozo al nacer el día,
y la sangre de la rosa se estremece
y la sangre de la rosa se estremece
en el jardín en donde yace insepulta
la roca amurallada en la que se trocó
el tierno
corazón de una calandria solitaria.
Galera inundada
de silencio y soledad,
taller de
sueños al que nadie tiene ni tendrá
acceso
silencio, roto hoy por el eco de mi llanto
que nadie verá ni escuchará,
recluido en la
sombra para siempre
tu sigilo en mi galera habita, transformando
tu sigilo en mi galera habita, transformando
el riachuelo de las manos del tiempo
en luna de cristal apagada,
en mi submundo de nostalgia sin escape.
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