La miseria humana

Desde niña, ella aprendió
a bailar con el viento,
hablaba con todas las estrellas
bañaba su cuerpo en el río,
Y sus penas con el agua que cae del cielo.
Aprendió a besar la tierra
con sus labios de alondra,
se acunaba en las noches en brazos de la luna.
nunca conoció ni conocerá de cadenas
que le aten a la tierra
libre de prejuicios deja escrito sus vivencias
con la tinta indeleble de sus versos
Y ahora sombras que no conocen
de investiduras del amor,
Intentan romper su mundo con saña
difamándola la luz de una carente mirada
ante el líder aducen acoso por haber tenido la gentileza
de compartir un solo verso.
Pobreza espiritual, estrechez mental,
espacio cautivo de la miseria humana nunca vista
y un mundo de egoísmo y de censuras en el alma.
Sombra que ni tinta fue para escribir un verso.
Jamás podrá robarle la magia

que lleva tatuada en el alma,

mezquindad que no les permite discernir
que ella lleva la luz en el alma y en la mirada
Y que solo es una flor que renace en cada primavera
Pero nada la vencerá porque al final del túnel
siempre brilla la luz de la verdad
que constantemente le permitió alcanzar sus sueños.

Asoreth